Este producto, inicialmente llamado rústico, después vintage, luego clásico, ha terminado por ser atemporal, pudiéndose integrar en muy diversos ambientes de estilos muy diferentes.
Su amplísimo conjunto de piezas especiales y extrema resistencia lo hacen un perfecto aliado para las zonas exteriores o accesos, como son terrazas, jardines, porches, azoteas, zaguanes, playas de piscinas y escaleras en cualquiera de sus localizaciones.
El secreto de su atemporalidad durante más de 75 años, la sencillez y naturalidad que permiten que el pavimento no envejezca sino que se adapte al paso del tiempo.